jueves, 13 de septiembre de 2007

Ruta al Pico Castro

Desde la oficina de turismo (El hórreo), situada en Prado, partimos por el camino de carro que sube a "La Vallina" con dirección a la "Cristalera" desde donde comienza un sendero por la zona alta, donde podremos disfrutar de las vistas de la costa hacia el Oeste. Continuamos ascendiendo hasta coronar el "Picu Castru" donde observaran los restos de los castros estudiados por Aurelio del Llano. El recorrido hasta este punto es de aproximadamente 1,1 kms.
En la bajada, hacia el Sur, nos encontramos con restos mineros y bocaminas procedentes de antiguas explotaciones de espato-fluor. La ruta podemos finalizarla en el lugar conocido como "La Trincherona", en la carretera del Fitu. El recorrido total del trayecto es de 2,3 kms.

Camino por el que se asciende a la Cristalera.

Vista de Caravia Baja desde la Cristalera.

4 comentarios:

Blanca dijo...

Nosotros subíamos al Castro desde Valle, pasando ante la casa de Aurelio del Llano, hasta que alguien cercó sus fincas y ya no se podía.

Era ruta veraniega, con la esperanza de encontrar algún resto, algún huesecillo, que luego nuestros mayores nos decían que eran de oveya y no de castreño, alguna "fíbula"... que jamás encontramos...

Ana dijo...

Jajaja, no se si sabréis que ahora van a hacer un centro de interpretación de "la cultura castrense" en Caravia Baja en la casona El Franco. Volverá algún día la Fíbula a Caravia? O se quedará para siempre en Oviedo? Por cierto hay gente de Caravia, que cuando vio mi blog, me dijo, que es eso de la Fíbula? Creo que un poco de información no nos viene mal :) Además a mi me encanta que restauren las casas que hay.

Ana dijo...

Por cierto, que el camino este que ponen en el folleto es un poco campo a través porque llega un momento en el que la pista forestal se acaba en ningún sitio. O yo me perdí que también puede ser.

Blanca dijo...

Cuando yo subía al Castro no había senda ni nada que se le pareciera, íbamos por los praos, por los bosques y por las caleyas, que en realidad era lo guapo.

Igual que cuando íbamos a Obaya, siguiendo el río había que hacer virguerías para llegar... no como la última vez que fuí, no hace tanto... y aquello parecía la calle Uría en hora punta...

Ni te cuento que ya no había ni azurita, ni malaquita, ni cristo que lo fundó, claro, jajaja...